domingo, 26 de julio de 2015

"Ni que nos vayamos, nos podemos ir" de Lupe Gehrenbeck

El ringtone de una llamada de Skype es el inicio de este viaje que Lupe Gehrenbeck tituló "Ni que nos vayamos, nos podemos ir" y que hoy llega a puerto para descansar un poco y poner pies bajo la arena para recargar energías. Porque estamos seguros de que el viaje no termina hoy...

Simona Chirinos es Alberta. La señora que trabaja en la casa de los Quintero. Cómplice de Elvira, su amiga y compañera. Conoce a Carolina y a Candelaria como si fuesen sus hijas. Alberta es un miembro más de la familia. Cuida y quiere esa casa porque la siente suya. Los corotos de Elvira también son suyos. Un personaje tan venezolano que te hará reír como tal, ya verás. Alberta es esa alegría que somos, esa sin la que Elvira no puede vivir.

Mi frase favorita de Alberta: "Pero ¿qué le preocupa tanto señora? si en este país ya estamos emigrados ¿No ve que después de tanto años de "buenos días" ya ni nos reconocemos? y estamos tan asustados que nos encerramos ¿eso no es olvido?"

Gracias Simona por ser un tripulante fundamental en este barco. Por tus risas y optimismo. Por el amor y la alegría que le inyectas a tu trabajo. Gracias por regalarnos a Alberta, expresión de nuestra venezolanidad en las tablas.

Caridad Canelón es Elvira. Venezolana de 65 años, casada con Ramón Antonio Quintero. Madre de dos hijas: Carolina y Candelaria. Abuela de nos nietos creciendo en Miami. Ha decidido, junto a su esposo, irse a tomar unas "vacaciones" a Miami con Carolina y con sus nietos. Prepara una venta de todos los objetos que ha ido acumulando en su vida: vajillas, juegos de té, adornos, portarretratos, cuadros...en fin todo lo "mucho que tiene, pero que no vale nada" porque ¿cuánto valen en verdad los recuerdos ligados a todos esos corotos?. Elvira ha tenido una vida feliz en Venezuela, pero sabe que debe irse, debe alejarse de su orilla, al menos un tiempo. Sus nietos crecen y ella envejece.  Elvira es el país, como lo somos todos.


Mi frase favorita de Elvira "lo que no se puede pegar, Alberta, son los peroles que dejas abandonados en manos ajenas. Eso no se vuelve armar. El rompecabezas de tu vida, donde cada objeto es una pieza y con cada pieza que dejas, te quedas tú un poco."

Gracias Caridad por tanto. Nuestro encuentro es un regalo de la vida. Gracias por tu entrega, por el respeto que le tienes a tu profesión, siempre demostrándolo con el trato que das a tus compañeros de trabajo. Gracias por el cariño y la confianza desde el primer día. Nos debemos un café, lo sabemos. Te admiro y te quiero muchísimo.

Nattalie Cortez y Gladys Seco son Candelaria y Carolina, respectivamente. Hijas de Elvira. No se la llevan muy bien entre ellas, pues Candelaria es chavista y Carolina opositora que se fue a vivir a Miami hace 8 años. Carolina comprará los pasajes para Elvira y Ramón Antonio, sus padres...los también padres de Candela, quien no soporta la idea, convencida de que "si tú lo que crees es que a este país le hace falta gente honesta y trabajadora ¿por qué no te quedas y le echas pichón, pues?". Suena a historia cliché, pero eso somos. Son innumerables las familias divididas por razones políticas. Carolina y Candelaria son Venezuela. En sus textos nos encontraremos frente a frente con nuestra realidad.

Mi texto favorito de Candela: "El que reparte arepas en una bicicleta dice que monto una arepera. La que pasea perros dice que es veterinario. Yo no sé de dónde sacan los venezolanos, que son tan echones, tanto conformismo. Porque si tu crees que a este país lo que le hace falta es gente honesta y trabajadora ¿por qué no te quedas y le echas pichón, pues? Ah no, prefieren irse a Miami y hacer catarsis hablando mal del gobierno por el Facebook, patético."

Mi(s) texto (s) favorito (s) de Carolina: "Sólo Venezuela supera cualquier esmero de la imaginación"

"Me da miedo la mar porque yo quiero regresar. Tu papá siempre regresa ¿qué es lo que te hace dudar?. Que si quiero regresar ¿para qué me voy embarcar? para traer el pescado del sancocho, el cuento de los peces tripochos y otros cantos de sirena que vas a poder contar a todo el que quiera escuchar."

"Porque no es lo mismo tener que amanecer para que no te multen por conducir borracho, a que tener que amanecer para que no te maten. Tú elijes, la multa o la muerte"

Gracias Natta por tu buen carácter, por tus consejos y por las conversas siempre gratificantes. Gracias por tu Candelaria, tan bien plantada, tan fuerte y débil a la vez. Gracias por su genuinidad. Y gracias por darme la oportunidad de acompañarlas en este viaje.

Gracias mi Gladys querida. Graciaaaaaaas. Somos peces de esta playa, aunque la guardia nos mande a recoger. Te quiero inmenso y agradezco infinitamente nuestro encuentro. Sabes que Vyana y tú son mis madrinas teatrales, mis talismanes. Abrazo grande.

Estos 4 personajes, sin duda, nos harán comprender que "ni que nos vayamos, nos podemos ir" porque a Venezuela la llevamos en el ADN, en la mente, en el cuerpo, en el corazón.

Oswaldo Maccio, fue el encargado de dirigir a estas cuatro damas de la actuación. Un trabajo impecable. Logró encajar las 4 personalidades en perfecta armonía, en las tablas y en el trabajo de mesa fuera de ellas. Un maestro. Gracias Oswi por abrirnos tu corazón y tu mente a través del teatro que escribes, actúas y diriges. Mi admiración, respeto y cariño. Gracias por el estrés y la calma siempre en equilibrio. Gracias, precisamente, por el equilibrio. Te quiero.

Gabo, mi compañero en producción. Sin ti estas 9 semanas habrían sido un caos. Gracias por ser ojos, manos, pies, cabeza atentos siempre. Gracias por el consentimiento y la complicidad. Gracias por ser el hombro para cerrar los ojos un ratico los días de cansancio. Nos seguiremos acompañando.

Lupe. ¿Qué decirte Lupe? eres la gran artífice. La autora intelectual de este zaperoco. Gracias por tus letras, sin ellas no estaríamos nadando en estas aguas. Gracias por regalarnos la posibilidad de reír y llorar de nuestras desgracias, gracias por mostrarnos la certeza - hecha teatro - de que somos venezolanos, para bien y para mal. Gracias por darnos la oportunidad de palpar tus letras durante estas 9 semanas.

Queridos míos. Seguiremos en esta pecera nadando y viéndonos a los ojos.

Los quiero y admiro profundamente.

¡Hasta pronto! (Muy pronto...)

¡Nos vemos en las tablas!




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